FUTURA TELEVISION DIGITAL EN CHILE

Ante la confusa demora del Gobierno para anunciar la norma para la futura televisión digital en Chile he querido exponer esta vez en no más de dos páginas mi visión acerca el estado del arte de la industria cultural, el poder fiscalizador y la entidad más cohesionadora socialmente, que conozca, la televisión.

La televisión es, a mi juicio, no solo una dimensión cultural, informativa y recreativa de la sociedad, sino que además es educativa, el que la usa o recibe la puede hacer educativa. Es decir es una industria gobernada desde la oferta hacia la demanda. Una industria que reúne como ningún partido político a casi todos los chilenos, para ofrecerles contenidos que a su vez las mujeres consumen casi 4 horas al día en promedio, y que logra mantener casi 90% de los hogares frente a ideas, emociones, raciocinios, lenguajes y miradas casi todas las noches. El televisor es el único objeto decorativo que todos tenemos frente a nuestras camas, que además es un objeto ultra ideologizado acerca del cual la clase política debe estudiar y sospechar. Los parlamentarios y la clase política en general deben superar esa relación utilitaria con la televisión, y ampliar por tanto su relación con esta enorme industria a la que por una parte, desprecian, y por la otra, temen.

Por todo lo anterior y ante el intenso debate generado por la decisión acerca de cuál norma de televisión digital debe elegir el gobierno, y ante el despliegue desesperado y a ratos desprolijo de algunas empresas privadas en materia publicitaria acerca del menú de ofertas que detonará la digitalización de la televisión, el debate acerca de la calidad de los contenidos ha logrado reinstalarse pretextual y cómodamente tanto en los escritorios de algunos ejecutivos de televisión como en las altas esferas de la elite política. Pero el debate de fondo, legislativo, político, social y cultural es post norma, es decir una vez elegida la norma digital con la que Chile desarrollará los nuevos atributos que ofrece la nueva tecnología. Por todo lo anterior es que la demora, inexplicable, mal justificada y poco transparente para decidir cual norma regirá el futuro de nuestra televisión, puede transformarse en un error político y administrativo. Pues demorará un necesario debate legislativo sobre el uso del espectro radioeléctrico de todos los Chilenos y sus aspectos legales, así como la implementación de las mejorías que implica la nueva tecnología y éste incumplimiento de parte del Ministro encargado del área podría condenar entonces a los chilenos a un retraso televisivo y por tanto quizás cultural.

Es tanto el hambre de debate que tenemos en Chile y más aún acerca de esta caja televisiva, creadora y destructora de hábitos, que hemos desde ya activado discursos ideológicos respecto de una simple decisión administrativa que debe tomar la Subsecretaría de telecomunicaciones. Es tanto el hambre de confrontar posiciones respecto del modelo televisivo que podremos ofrecernos, que tanto los privados, los industriales, los consumidores, los partidos, los parlamentarios, los ministros han esbozado sus posiciones respecto de opciones de normas televisivas que afectarán dos bienes jurídicos: el derecho o acceso a la información y por otra parte la libertad de expresión. Por mi parte soy de los que quiere aprovechar la enorme oportunidad que nos ofrece la tecnología digital para acortar la brecha informativa de los chilenos, para escapar de la a veces reducida oferta de miradas que nos hace la televisión generalista que tenemos en Chile, así como para avanzar en la convergencia tecnológica y detonar desde ya la enorme creatividad contenida en regiones, y en esferas varias, producto de la escasez espectral a la que nos condenó durante décadas la televisión analógica.



Marco Enríquez-Ominami

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Marco, acabo de verte en el debate de REDTV sobre la posibilidad de regular sobre la Unión Civil entre parejas del mismo sexo y me parece muy bien que estés sacando adelante este proyecto. No lo abandones e insiste, porque esto es fundamental para muchos gays y lesbianas que vivimos en pareja y que deseamos estar en las buenas y en las malas con estas...
Para esto, necesitamos una ley que nos ampare y protega si en algun momento las circunstancias son adversas...

Muchas gracias por apoyarnos. Y espero que tu energia y fuerza puesta en esto no claudique.

Muchos saludos y suerte en tu vida.

Marco Antonio Enríquez-Ominami Gumucio. dijo...

Muchas gracias, no aflojaré,
Marco