Marcos Enríquez –Ominami ó ¿Chile descubre a su Obama?

Este tiempo es el paraíso de los sociólogos, pues vivimos una época llena de encuestas, donde unos suben, otros bajan y algunos simplemente no existen.

Sin embargo, es sorprendente, lo que podemos entender de las encuestas, que desde diferentes lugares aparecen, pero que de todas partes nos tienden a decir lo mismo:

- Sebastián Piñera está estancado y con una peligrosa tendencia a la baja, demostrando la fragilidad de su candidatura basada sólo en el marketing, y la explotación de una imagen de oveja, que por debajo deja ver al lobo.

- Frei, si bien sube no logra convencer al otrora fiel voto concertacionista, proceso que es obstaculizado principalmente por el desagrado que significa volver a elegir a una coalición con imagen de corrupción, de nepotismo y de alejamiento de los ideales que le vieron nacer como oposición a la Dictadura.

- Navarro sólo parece llegar a un sector de izquierda más dura…

- Zaldívar, no crece más allá de sus posibilidades priistas y no se vislumbra crecimiento.

- Arrate, ciertamente no existe…

La verdadera novedad es el alza de Marco Enríquez-Ominami, que más allá de los interesados cálculos de algunos sectores de la derecha, en hacerlo subir para perjudicar al candidato de la Concertación, se alza como un nuevo líder de la desgastada política chilena.

El fenómeno es muy interesante, pues el electorado actual sobre el que se desarrolla, podría groseramente dividirse en varios campos. A saber:

Aquellos que son profundamente de izquierda y que en ninguna circunstancia votarían por la Concertación ni la Alianza. Son la base de Navarro y Arrate, en segunda vuelta votarían por cualquiera menos por Piñera o se abstendrían.

Aquellos concertacionistas de partido que no quieren a la derecha y jamás votarían por ella y se sienten plenamente identificados con la coalición gobernante, y son capaces de soportar su forma de gobernar, no importando lo que esto cueste. Estos apoyan a Frei a rajatabla hasta el final.

Aquellos, que no siendo concertacionistas de partido no quieren a la derecha, jamás votarían por ella y se sienten identificados por los procesos políticos más progresistas, pero que son críticos de la Concertación, de su forma de su gobernar y de la corrupción imperante. Estos en parte apoyan a Frei con reticencia y como un mal menor. Otros han empezado a ver a Enríquez Ominami como una alternativa real de cambio.

Aquellos, ex concertacionistas identificados al ala más derechista de la DC y que reconocen a Adolfo Zaldívar como su gurú. Lo más probable que en segunda vuelta erráticamente se abstendrían o votarían por Piñera.

Aquel voto que es el caldo de cultivo para el populismo, que no posee ideas claras de quien es quien, sin ideología ni partido y que es influido por el marketing político con productos de imaginería cliché, como la venta de empresarios exitosos, artistas populacheros de la televisión, políticos estrambóticos, etc. Éste voto lo había captado exitosamente Sebastián Piñera y era gran parte de su ventaja sobre la Concertación, pero Enríquez Ominami comienza a arrebatárselo velozmente con una imagen mas nueva, más juvenil más de alternativa y cambio y con una esposa mediática, atractiva e inteligente.

Y, por último, aquel genuinamente de derecha, que ni por si acaso votaría por nadie más que el candidato oficial de la Derecha.

Por eso, es importante ver con detención el alza de Enríquez-Ominami.

En primera instancia, surge el factor de la cobertura que la prensa, controlada por la derecha le hacen a éste candidato. Sin quererlo, y en la desesperación que han generado los desaciertos de Piñera en lo mediático y el estancamiento de su candidatura, un sector de su coalición se ha jugado por mostrar una alternativa que pueda reducir el avance de Frei. No obstante, parecen olvidar el monstruo descrito por Mary Shelley, que se vuelve en contra de su propio creador, el Dr. Frankenstein y esta maniobra o engendro mediático ha posicionado en la retina y el insconsciente colectivo de los chilenos, la presencia de un nuevo líder.

Y ahí está el problema, para todo el resto de los candidatos y el segundo factor de importancia.

Chile, es un país sediento de esperanza, que está cansado de ir al encuentro de una alegría que no llega. Que está cansado de promesas y palabras vacías. Con desesperación busca un líder joven, no gastado, que transmita seguridad, confianza de que un tiempo mejor y más honesto va a llegar.

Chile quiere una autoridad y un gobierno limpio, que se la juegue por la gran clase media de la que todos nos sentimos parte. Que acaben las injusticias de los patrones estatales y privados y que el empleo público no sea el botín de campaña de los partidos políticos de izquierda, de centro ni de derecha.

Chile quiere que se legisle expresando la voluntad del pueblo y no los intereses de unos pocos…

Chile quiere un verdadero líder para un verdadero cambio.

Y precisamente, el alza de Enríquez-Ominami sobre los dos dígitos, ha roto el único factor que obstaculiza el surgimiento de ese cambio: el factor psicológico.

Los votantes quieren elegir alguien que sea posible, alguien que pueda llegar a la Presidencia y represente el cambio que todos anhelamos. Un futuro Presidente y no sólo un candidato más dentro del carnaval de candidatos.

Chile, en definitiva quiere un Obama chileno. Y Enríquez-Ominami se comienza a posicionar como una fuerza de cambio real y posible, equivalente al actual Presidente del país del norte…

El tiempo hablará y dirá su veredicto, pero en la medida de que el electorado se convenza de que es posible, eso será así.

Los poderes que controlan Chile están casi todos concentrados y en las mismas manos: el económico, el político, el militar, el religioso y el de los medios. Alejados del pueblo y al servicio de una clase privilegiada.

El único que no poseen esas ambiciosas manos y que el electorado domina, es el más importante: el poder del pueblo. Y el paro de los funcionarios públicos, en noviembre lo demostró.

Si el pueblo cree que es posible derrotar a los partidos y alzar un nuevo orden político, Chile tendrá un cambio y el Obama que nos devuelva la perdida esperanza surgirá…

Todo señala que Chile va a cambiar.

6 comentarios:

BLANCA dijo...

Hoy fui a la Notaria a inscribirme, es increible los obstaculos que esto representa para nosotros, despues de mucho esperar con paciencia, logre inscribirme, ufff, menos mal.
porque tiene que ser en la notaria?
acaso no podemos juntar firmas en la plaza de la ciudad pidiendo el carnet y el registro de inscripcion electoral, incluso ni siquiera deberian pedir el registro, se supone que hay tiempo de inscribirse en el registro hasta septiembre.

LiRio dijo...

a proposito de lo que dice blanca.

hay quienes queremos ir a firmar, pero el horario de las notarias en general nos complica... hay alguna que atienda los sábados?

Se podrá gestionar algo así?

saludos

y go go go Marco!!!
(mi blog ya tienen un link ha su pagina, todos sumamos)

Bernardita dijo...

Faltó dentro del posible electorado, a aquellos ex-concertacionistas, que decepcionados ven que la política económica de los últimos 10 años es idéntica a la que haría un gobierno de derecha: Se matiene un sistema de AFP que abusa de su poder, se incrementa la privatización de la educación y el Estado sigue asumiendo un rol subsidiario en las prestaciones de salud, en vez de asumir un rol central. Sumado a eso, los altos impuestos que afectan diariamente y con mayor gravamen a la clase media y trabajadora: IVA e impuesto al crédito. Esos decepcionados son INDIFERENTES a cualquier candidato.

Necesitamos urgente un Presidente que imprima al Gobierno una misión de Estado, por favor alguien que proyecte a largo plazo. Que asuma por una vez que el Estado de Chile tiene 3 deberes fundamentales: Salud, Educación y Justicia. Con educación, Chile crece; con salud, Chile es feliz; y con un justicia, Chile permanece en el tiempo.

Yo votaré por ti, si demuestras que tienes un proyecto de Estado de Chile. Ya me aburrí de los continuadores de Gobiernos programáticos que meramente administran el legado de la política económica de 1980 y que se "perfeccionó" para privilegio de los intereses privados, con el gobierno más derechista que ha conocido nuestra corta historia de 199 años: el de Ricardo Lagos.


Saludos y éxito!

jote eme dijo...

ya... esto es en serio? @_@ que se fumaron? Enríquez-Ominami se desdobla? habla en 3 persona? no sabe escribir su nombre?

todo mal....
¡ANULA CON LA TULA! O ¡EL VOTO POR EL POTO!

Anónimo dijo...

Estaba escuchando en el programa factor guiller a Piñera, me da rabia tanta mediocridad en su discurso y como se compara con la clase media porque ya no se compra coca-cola en su casa, espero que a Marco no le importe lo que se tome en su casa sino en lo que debemos hacer como país para que todos tengamos una oportunidad real de ser plenos

FreeMan dijo...

Marco, me gustaría poder decir otra cosa, pero esto es para opinar con la verdad y bueno, aquí va:
Lamento que aparentes talento, pero de verdad no tienes más que falta de ello, primero porque crees NORMAL que un ser humano sea HOMOSEXUAL – LESBIANA, da lo mismo, lo cierto es que Dios, “HOMBRE y MUJER los creo”, y nada intermedio es normal, viven con nosotros, debemos tolerarlos y respetarlos, pero tú bien sabes que homosexuales NACEN y otros SE HACEN, y en segundo lugar, porque te atreves a decir que debe legalizarse el ABORTO, semejantes temas, que salen de tus entrañas, son la carroña que está llevando a miles de jóvenes a ser infelices y desdichados en sus vidas, crees que con esos valores, que por cierto no se si enseñas a tus hijas, puedas tener adhesión de la mayoría. Al parecer las encuestan dicen una cosa, “aire nuevo”, “frescura a la política” y tantas otras tonteras, que dicen adormilados ciudadanos, que su opinión mas se parece al descubrimiento de una picada para comer, que a un asunto de trascendencia social, pero te cuento, sin equivocarme, que el pueblo, los seres humanos van a reaccionar y saldrá presidente lo de siempre, un señor que prometerá combatir con un sable la pobreza, arreglar el Transantiago, que le devolverá las tierras a los mapuches, que la educación será el pilar fundamental, que siempre está pensando en los mas jóvenes porque son el futuro, etc., etc., etc.
Creo Marco, que al mundo le falta regresar a la sencillez, al compañerismo, al amor sincero, a no dejar que los amigos se alejen ni olviden, a jugar con tierra, a dejarse caer en el pasto y mirar el cielo, a tener miradas comunes y actos de compasión por el prójimo, a pensar en comunidad, a ser honestos, valientes, actuar sin miedos, a tener FE, esperanza, a creer en DIOS……MARCO volver a los VALORES…eso llena y hace feliz al hombre, le devuelve su divinidad.
Te lo digo con mucho afecto.