El 30 de noviembre de 2010 terminan los convenios de trabajo para los funcionarios a contrata y a honorarios. El Presidente Sebastián Piñera prometió en su campaña profesionalizar la función pública y, simultáneamente, respetar la permanencia y dignidad de los trabajadores de la función pública, siempre y cuando no sean parte de la captura del Estado por parte de malas prácticas o mediante sesgos partidarios: nadie sería exonerado en razón de sus ideas políticas o militancia partidaria.
Los funcionarios a contrata y a honorarios son víctima de lo que pudiéramos llamar un trabajo precario, pues dependen de la voluntad del jefe nombrado por el gobierno de turno para la renovación de su contrato. Además, los funcionarios a honorarios no gozan de las cotizaciones de sus empleadores tanto en salud, como en previsión. En este plano, todos los gobiernos de la transición a la democracia, hasta hoy, han incumplido la ley, que obliga al empleador el pago de estas prestaciones.
Un mínimo criterio de igualdad en las reglas del juego debiese primar. Se le exige al sector privado que al tercer contrato consecutivo pase a ser indefinido, en cambio, dentro del sector publico hay funcionarios en situación de contrata que llevan 15 y hasta 20 años en esta condición, sin derechos a indemnización, y donde incluso, para las mujeres embarazadas, la ley coloca la situación de contrata por sobre su fuero maternal. Esta enorme inequidad fue aceptada y tolerada por los gobiernos de la coalición de fin de siglo. Y en eso seamos francos no ha sido éste el gobierno que ha innovado en este plano, este año, como desde hace ya años, en la discusión de la ley de presupuesto se siguió haciendo vista gorda acerca de ese desafío, un Estado que de el ejemplo como empleador.
Sin una profunda reforma del Estado siempre los funcionarios estarán en manos del hambre insaciable de partidos y gobiernos que caigan en el vértigo de querer repartirse el botín del Estado y donde, una vez logrado el poder, olvidan las promesas lanzadas al viento cuando necesitaban los votos de los servidores públicos.
1 comentario:
Concuerdo en casi todo lo que escribes, pero hay un dato duro que no vi, los trabajadores a honorarios hace rato que superamos un tercio de los funcionarios de la administracion publica, "funcionarios" entre comillas ya que el contrato a honorarios no nos da derecho a esa "categoria". El miserable punto porcentual que estan peleando no nos llega a nosotros. Hay personas que llevan 15 años sin vacaciones, sin imposiciones, una colega del SAG, cumplio 8 meses y medio de embarazo y tuvo que renunciar por que la mierda de contrato no incluia la opcion de tener hijos, es horrible. Un movimiento se esta gestando en Valpo. con mucho cuidado ya que antes ya han desvinculado a los lideres de cualquier movimiento, espero que la escuela de lideres de chile 21 me sirva en este momento.
saludos
Publicar un comentario