Apagando el Fuego con Bencina


* José Tomás Peralta Martínez

Un patrón de conducta se está imponiendo a nivel mundial, el “Gran Hermano” (Dictador Internacional en Orwell 1984) Obama o mejor dicho Obush o mejor dicho todavía el “premio nobel de la paz”. Mientras habla de desarme nuclear, ha iniciado la construcción de 17 nuevas plantas nucleares en Estados Unidos, con supuestos fines pacíficos: la masacre de niños, jóvenes y ancianos pobres, afganos y paquistaníes “terroristas”, se extiende ahora a los soldados propios y de la OTAN que mueren como moscas por el fuego amigo, la mayoría por bombas lanzadas desde aviones no tripulados. Obush hace vista gorda con la implementación del plan sionista en Palestina de nuevos asentamientos judíos; renueva sanciones contra Siria y sigue con su campaña de desprestigio en contra de Irán, que sólo quiere hacer lo mismo que Estados Unidos y que Brasil, Argentina, Venezuela y Chile: desarrollar la energía nuclear con fines energéticos pacíficos. Francia, después de Estados Unidos y Rusia, es el país más nuclearizado del mundo, pero nadie lo ataca ni lo considera violador de los derechos humanos.
La gravedad de las actuaciones de Obush van in creciendo. En Afganistán están ejecutando a los prisioneros de guerra, sí, los están fusilando, cual ejército nazi en Stalingrado y por orden de Obush, no de un capitán loco. En la página web de Michael Moore, está la entrevista del periodista norteamericano que denuncia no sólo eso, sino también que la política exterior yankee la están llevando las Fuerzas Armadas y no Obush.

Pero lo más grave es la amenaza directa de Obush respecto a atacar con bombas nucleares a Irán y Corea del Norte si no cancelan sus programas nucleares. Estados Unidos tiene una reserva de 5.113 ojivas nucleares en su territorio y más 4.000 repartidas en el “mundo libre”. Desde Truman, que autorizó el lanzamiento de las Bombas nucleares en Japón el año 1945, que no veíamos un nivel de agresividad internacional tan extremo y radical, como dice Chomsky, del terrorista más grande del mundo: el Estado Norteamericano. Obush se está radicalizando a niveles insospechados, el mundo reacciona, pero lentamente. Rusia y China, le están quitando el piso a los gringos en el Consejo de Seguridad Nacional de la ONU, aunque sabemos que para los gringos, eso es un detalle a la hora de invadir países, aplicar sanciones económicas o mandar a matar a algún Presidente molestoso.

Diariamente mueren latinos tratando de ingresar a Estados Unidos y el Estado de Arizona ha dictado una ley, al más puro estilo “Apartheid Sudafricano”, que permite la detención, castigo penal y deportación inmediata de latinos indocumentados, poniendo en duda a toda la comunidad latina, pero los gringos dan cátedra al mundo entero sobre Derechos Humanos y emiten informes sobre las graves violaciones a los derechos humanos en todo el orbe. Sólo se salvan Colombia, Israel y países sumisos al imperio, como Chile. Porque en esos países no hay violaciones a los derechos humanos, “no hay presos políticos, ni persecusión a los dirigentes sindicales y la prensa es libre”.
Pero la causa de esto parece ser económica. La crisis económica está pegando un fuerte rebote hacia abajo, como dicen los yuppies; el coletazo de la crisis financiera está tocando las puertas de toda Europa, con Grecia a la cabeza, España en los hombros y Francia, Portugal e Italia en las caderas. El fracaso de 20 años de neoliberalismo, lo quieren apagar con más neoliberalismo. Eso lo saben los analistas de riesgos, que están especulando hasta estirar el chicle al máximo, pero en cualquier momento, venden todas las acciones para consolidar las ganancias de los últimos meses.

Los mismos responsables del “Caracazo” en 1989, Estados Unidos, el FMI y el Banco Mundial, establecieron un plan de ajustes para la economía griega, que tiene al país al borde de una verdadera Revolución Social, plan que se extiende ahora a todo europa, ya que la situación de Grecia es la misma que la de Irlanda, Portugal, España, Francia e Italia: un sistema de bienestar social con una inmensa deuda. Es un plan de rescate financiero de US$935.000.000.000, esto es, 935 billones de dólares. Las huelgas se multiplican, y las fuerzas armadas están participando de las mismas, ellos también tienen que pagar los costos sociales del restablecimiento de la “disciplina monetarista financiera” impuesta por el Presidente de Grecia “Socialista”, como algunos chilenos, Socialistas de palabra y Neoliberales en los hechos.
Este neoliberalismo, aplicado por la socialdemocracia mundial, ha llevado al crecimiento del desempleo a niveles nunca antes vista en la historia de la humanidad. Según la OIT el año 2009 el desempleo llegó a los 212 millones de personas y en el año 2010, la cifra podría llegar a los 228 millones de desempleados y esa cifra podría aumentar por causa de los nuevos planes de ajuste neoliberales en europa. La fuerza de trabajo mundial está compuesta por 3.112 millones de trabajadores aproximadamente, de los cuales el 45% – es 1.400 millones- no ganan más de 2 dólares diarios, o sea $31.620 mensuales.
Los planes del FMI y el Banco Mundial exigen a los países deudores, una balanza de pagos equilibrada (importación exportación); inflación controlada (bajando precio de salarios); gasto fiscal financiado y reducido al mínimo; aumento de los ingresos fiscales (aumento de impuestos a los trabajadores IVA) y reducción del desempleo, pero con bajos salarios para no afectar el objetivo de control de inflación y gasto fiscal.
Ello se traduce en aumento de impuestos de fácil recaudación (combustibles, tabaco, IVA, contribuciones); congelación de salarios; reducción de las pensiones; incremento de la edad para jubilar; abaratamiento del costo del despido; despidos masivos en las empresas y planes mínimos de empleos a niveles de salarios mínimos. Ello le permite a los Estados y bancas privadas tener los recursos para pagar las nuevas deudas contraídas con el FMI y el Banco Mundial, con intereses cada vez mayores, ya que el riesgo también es mayor.

Como muchos predijeron, incluyendo el suscribiente, los paquetazos económicos, con medidas de ajuste, que no aplican el Pacto Mundial para el Desempleo acordado en la OIT; sólo provocará más desempleo y empleo precario, si los dos tercios de la humanidad no tienen el dinero para adquirir lo que producen, ni menos de ser sujetos de crédito, dado sus ingresos bajos e inestables. Entonces ¿cómo se recuperará la economía mundial? Lla respuesta es simple, no se recuperará.
Chile acumula tres problemas con el desempleo. Primero, un desempleo estructural promedio de un 6%, desde la década del 80 hasta ahora; segundo, el desempleo por sobrereacción de la empresa pública y privada chilena, por la crisis financiera norteamericana que comienza en septiembre de 2008 y llega a su climax en febrero de 2009 (promedio desempleo 10%) y tercero, por el terremoto del 27 de febrero de 2010. Pero puede que venga una cuarta oleada de despidos por la crisis en pleno desarrollo en Europa. El Diario The Economist, pronostica un cierre de 2010 con un desempleo del 11% en Chile.

De acuerdo al informe oficial presentado por el Gobierno chileno, el terremoto del 27 de febrero de 2010, dejó un saldo de 497 muertos, más de dos millones de personas damnificadas y medio millón de casas y edificios destruidos. Lo que no cuentan es que los despidos a causa del terremoto, oficialmente superan los 6.000 y extraoficialmente se habla de 10.000. Estamos hablando de despidos producidos en dos meses.

A los problemas políticos y sociales acumulados en 37 años de modelo político y económico neoliberal -impuesto por Washington a Chile y aceptado por nuestra elite gobernante-, debemos sumar los problemas económicos y naturales concentrados entre 2008 y 2010.
Así como Estados Unidos necesita otra guerra (¿Iran?) para salvar de la quiebra total a su economía, Chile ya ha comenzado a aplicar el recetario yankee neoliberal, cuyo fracaso ya nadie serio discute, por cierto. Menos cuando Alan Greenspan, el dios del neoliberalismo, se encargó personalmente de reconocer el fracaso rotundo y absoluto del modelo económico neoliberal, frente a la mirada estupefacta de la comisión investigadora de la crisis económica del 2008 del Parlamento Norteamericano.
La única salida a esta crisis en pleno desarrollo, es seguir el camino de los países que han aprovechado la crisis para independizarse de los acreedores dueños del mundo (FMI y Banco Mundial) y de la dictadura de las transnacionales; combinando lo mejor de las políticas económicas implementadas en el último siglo, pero en las cuales el Estado actúa como empresario, como regulador, como estimulador de la actividad privada, pero sobre todo como fiscalizador del cumplimiento de estandares mínimos para la creación de empleos, esto es con proyectos ecológica, económica y laboralmente viables, creando trabajo decente sin hipotecar los países y sus futuros con créditos impagables.

Debemos avanzar a la construcción de un nuevo modelo político, económico y social, donde los dos tercios de la humanidad y de Chile, por cierto, tengan la posibilidad de decidir, de adquirir los bienes que producen y de tener una vida decente.

*José Tomás Peralta Martínez es Abogado Laboralista

No hay comentarios.: