Los peligrosos oídos sordos en la educación: ¿Por qué están silenciando a los estudiantes?


Publico la columna de Israel Campusano:

No los toman en cuenta en sus marchas, el ministro no se ha reunido con ellos, ahora no los dejan manifestarse contra el nuevo rector de la Universidad de Chile, y cuando protestan pacíficamente en las afueras de la actividad, son desalojados por carabineros.

Un silencio no menor de nuestro entrante gobierno, dice relación con las manifestaciones de los estudiantes y sus demandas. El ministro de educación se ha limitado a indicar que no es momento de manifestaciones, argumentando el terremoto como prioridad. Resulta que aquí tenemos un enredo intencional, porque una de las demandas de los estudiantes, es ir justamente en ayuda de los alumnos que fueron afectados por el terremoto, entonces ¿podemos leer una mala intención del ministro Lavin?, tratando de hacer parecer a los estudiantes “revoltosos que obstaculizan la reconstrucción”, cuando en realidad están abogando por sus compañeros afectados por el terremoto. Lo único realmente cierto, es que al gobierno no le conviene escuchar a los estudiantes, porque además lo que ellos demandan va absolutamente en contra de la estrategia oficialista, que dice relación con la privatización de la educación, lo cual dejaría a la educación pública, con el sólo nombre, porque de pública tendrá cada vez menos.

En cuanto al actuar público de este ministerio, el semáforo Simce, más que en una información útil que haga competir colegios, se convertirá en colegios estigmatizados y con cada vez menos posibilidades de superarse, dado que por estar calificados como “rojos” en el Simce, no podrán tener acceso a buenos alumnos, porque estos alumnos, preferirán los colegios “verdes”, haciendo más difícil la tarea a aquellos colegios que tienen malos resultados, pues si tenían déficit de gestión o de personal, ahora tendrán que sumar que sólo tendrán alumnos de mal rendimiento, hundiéndose en un pantano de estigmatización y donde serán cada vez más “rojos” en el semáforo Simce, porque la educación y la medicina, no responden positivamente estos equivocados criterios “ingenieriles” y de negocio, que es una de las cosas que los estudiantes reclaman.

El alto nivel de despidos en el MINEDUC, hace que el capital humano y el conocimiento de lo que había bueno del ministerio, se reemplace por personas que vienen a aprender y sin experiencia, esto lo dice otro sector que no está siendo escuchado, como es la ANEF, pero al gobierno tampoco le conviene escuchar.

Los estudiantes universitarios se ven afectados especialmente ahora y por el terremoto, un ejemplo claro, es que: el que el dueño de las universidades estatales, sea justamente el “estado”, no les ha ayudado a financiar y agilizar su reconstrucción, si no más bien a burocratizarla y por otro lado tiene a las universidades estatales compitiendo con las privadas para autofinanciarse, presentando proyectos de investigación para generar recursos, en vez de enfocarse en problemáticas regionales o temas país en forma coordinada, esto no es posible, porque el estado no asume un rol activo en la administración de las universidades públicas, si no que las deja en la selva del mercado y es por eso que muchas están en quiebra y por ende su calidad se ve afectada, con ellos se ven afectados los estudiantes y finalmente el país y todos y cada uno de nosotros.

Lo que se ha indicado, son las demandas de los estudiantes, claramente es en este momento y no en otro en el que hay que resolver, los estudiantes reclaman que la PSU es una prueba que deja fuera a los estudiantes de origen popular, porque tal como están dadas las condiciones, son factores como “un buen colegio” y “un buen preuniversitario” los que le dan o no el acceso a la educación superior a los alumnos, dejando en desventaja a los de menos recursos.

Estas entre otras demandas, son absolutamente contingentes y atinentes en el presente inmediato, los estudiantes están hablando de una educación que le de acceso a los más pobres, y 50 liceos de excelencia no solucionan el problema de la educación en Chile, más bien les bajan los costos de colegios a la clase media y le da un acceso a regiones, pero finalmente si revisamos los estudios que dicen que es este sector de clase media el que decide las elecciones, y vemos que cada liceo de excelencia tendrá entre 3.000 o 4.000 alumnos, o quizás más, si se multiplica por familia, son muchos votos que pueden asegurar al continuidad del gobierno de derecha, por eso los silencios son peligrosos.

Profesor Israel Campusano

Vicepresidente de Acción Social Partido Progresista (PRO)

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