Manifiesto Progresista para la creación de un nuevo partido


Publico el Manifiesto Progresista que está a la base de la cración de nuestro nuevo partido. Los invito a enviar sus ideas para que la construcción definitiva de este texto sea un esfuerzo colectivo.


Toda victoria se convierte en derrota, si no es el comienzo de una nueva lucha.

Hace ya mucho que Chile requiere una profunda y significativa renovación cultural, económica y política. Hace décadas que el proyecto de país al que queremos pertenecer todos se vuelve cada vez más un fragmentado mapa donde los intereses particulares de unos –los menos-sobre otros- los más- se imponen en un diseño sin rostro, sin tonos y sin reflexión.
Necesitamos urgentemente un cambio. Una transformación hacia espacios donde la ciudadanía efectivamente exista y se pueda expresar. Un tránsito hacia dimensiones donde lo político no esté alejado de lo social, donde la libertad no se aplique sólo a los hábitos de consumo, donde la igualdad no sea un slogan para mantener el statu quo y donde la fraternidad sea realmente la base de la comunidad.
Hoy, los partidos están alejados de las personas y las personas ancladas a su reducida e individual libertad. Por eso, luego de una elección donde el espacio de influencia de la derecha liberal se amplía a niveles históricos, necesitamos urgentemente nuevos referentes. Chile no requiere una revolución conservadora, sino una revolución generosamente progresista. No merecemos un retroceso aristocratizante porque nos hemos ganado el derecho a navegar sobre un mar de amplias libertades. Nuestro país necesita mayor democracia, más prosperidad y emprendimiento, más igualdad y solidaridad. Necesitamos un país de todos y para todos, construido con la imaginación y el esfuerzo de cada chilena y chileno.
Y cuando muchos pensaron erróneamente que todo lo anterior ya se había conseguido, el terremoto de fines de febrero dejó al descubierto nuestra gran fractura social: la precariedad en la que viven miles de chilenos. Fue misión de los gobiernos de la Concertación -antes denominados progresistas- enfrentar dicha fractura. Lo intentaron, con éxitos y fracasos, durante veinte años y, sin embargo, esa tarea sigue pendiente.
El 13 de diciembre de 2009 Marco Enríquez-Ominami obtuvo una victoria histórica. Junto a él surgió un nuevo movimiento capaz de interpretar los anhelos de cambio de un millón y medio de personas. Con Marco emergió una nueva fuerza social y política sustentada en un Progresismo programático y sincero. Y será este movimiento el que enfrente la tarea inconclusa que dejaron los gobiernos de la Concertación porque, difícilmente, será esa la ruta de navegación del neo-democratizado gobierno de la Alianza.
Es cierto, no tenemos poder institucional representado en el parlamento ni en el gobierno, pero en cambio tenemos sueños, convicciones, vocación de mayoría y voluntad de poder. Entendemos la política como una rama de la ética y no como una técnica del poder y, justamente por eso, tenemos ideas y un programa que realizar.
Estamos todos invitados a construir una fuerza progresista, fraterna y libertaria para seguir cambiando Chile. La invitación es perentoria porque estamos convencidos de que el mañana se decide ahora y hemos comenzado ya.
Comité iniciativa pro partido.
www.chilecambio.cl

Decálogo del Progresista

1. Los progresistas nos proponemos cambiar el mundo, cambiar Chile: nuestro mundo a la mano. Por eso para nosotros la tarea principal es pasar desde una sociedad de privilegios a una sociedad de oportunidades. Nos molesta la desigualdad porque minimiza la cohesión social aumentando la segregación y el clasismo; la desconfianza, el miedo y nuestro atávico egoísmo.

2. Queremos construir un Chile amable, que abra posibilidades reales a la felicidad de sus habitantes. Hacer de nuestro país una tierra próspera, moderna y desarrollada que facilite el esfuerzo de quienes se atreven a soñar solos y se comprometa con los que necesitan concretar con ayuda los sueños propios. Por eso, construiremos un país donde los derechos de nuestros niños y niñas estén en el centro de nuestra acción y lucharemos porque nuestros adultos mayores reciban el trato digno que les corresponde, a la altura de sus aportes.

3. Nuestro principio cohesionador es la construcción de un Chile libertario, donde la riqueza sea distribuida con sólidos criterios éticos que resguarden el bienestar de toda la población. Un Chile democrático y con soberanía popular. Orgulloso de ser más solidario, más fraterno y el más respetuoso con sus ciudadanos y su naturaleza. Por eso, queremos una economía al servicio de los seres humanos y no de los monopolios y duopolios, un Estado donde la esfera privada pueda desarrollarse con fuerza sin olvidar nunca que toda iniciativa individual afecta la esfera pública. No queremos un Estado como proyección alienante de una sociedad enferma de egoísmos. Creemos que la libre competencia es un elemento esencial del desarrollo y, por lo tanto, la promoveremos y denunciaremos a quienes atenten contra ella.

4. Declaramos que resulta inmoral imponer los costos del desarrollo a las actuales y futuras generaciones, aumentando las brechas entre las personas. La depredación de nuestro medio ambiente como modelo de desarrollo fue, desde el inicio una respuesta inmediatista, regida exclusivamente por lógicas mercantiles, que no sólo no ha solucionado el problema de la pobreza y la inmensa brecha de desigualdad existente en el país, sino que mantiene hoy bajo amenaza de muerte nuestro medio ambiente.

5. Creemos, valorizamos y promovemos la diversidad, y rechazamos la homogenización social y cultural. Nos revelamos contra quienes quieren imponer unilateralmente su cosmovisión y su particular forma de mirar la vida. Somos esencialmente libertarios(as) y respetuosos de los demás. El combate por derechos civiles plenos para nosotros no es sólo central, sino que nos parece el camino más difícil y por eso el más necesario para rescatar la política para todos los chilenos y chilenas, la que hoy, entrampada en falsos debates respecto del recambio generacional, ha vuelto al ostracismo ideológico.

6. Creemos, jóvenes y no tan jóvenes, en una nueva forma de hacer política sin lógicas patrimoniales, en la que se promueva a cada cual según su mérito y no de acuerdo al lugar de origen. Que incentive y resguarde la participación directa, fomentando el debate libre y abierto, y que proteja la autonomía política frente a las corporaciones de cualquier tipo. Nos construimos como una fuerza de centralidad programática, organizada en torno a ideas y proyectos, cuya condición de existencia es aportar ideas de excelencia y prácticas fraternas para democratizar Chile. No reivindicamos ningún monopolio moral, ni patrimonio ideológico, pero sí confesamos un hambre de transformación cultural, social y política. Buscamos una democracia en que se considere a los ciudadanos(as) seres libres y dotados de capacidad de discernir las mejores opciones para su país. Para nosotros, el cambio va hacia la política y no al revés. Por eso, planteamos fin del sistema binominal y su reemplazo por un sistema proporcional que represente realmente a las opciones de la ciudadanía, que permita el ingreso de millones de jóvenes y de chilenos residentes en el exterior al anacrónico padrón electoral, así como un país que obtenga lo mejor de los sistema federales en cuanto a participación y representatividad de las regiones en el desarrollo nacional.

7. Nos une el común anhelo de que todo chileno y chilena tenga derecho a una educación pública de calidad: que el hijo de obrero(a), de poblador(a) o campesino(a) reciba la misma calidad de educación que aquella de las clases económicamente privilegiadas. Creemos que la educación pública de calidad debe ser garantizada constitucionalmente.

8. Pensamos que todo chileno y chilena tiene derecho a vivir en barrios con viviendas dignas y sin temor a la delincuencia, la que combatiremos con propuestas modernas, garantistas, centradas en una reforma al sistema judicial y no sólo con la dotación de más policías y cárceles. Por eso, defenderemos políticas dirigidas a generar las herramientas para que los jóvenes no vean en el delito una alternativa de subsistencia.

9. Afirmamos que toda chilena y chileno debe tener igualdad de acceso a una salud pública de calidad, oportuna y actualizada porque creemos que lo contrario es un atropello del Estado a los derechos humanos.

10. Y con énfasis exclamamos que fundaremos un nuevo partido para Chile compuesto por hombres y mujeres comprometidos con la libertad, el progreso, la participación y la igualdad, quienes libremente suscribimos un compromiso con el desarrollo de nuevas formas de relación política que honren nuestros principios. Seremos un espacio colectivo donde se eduque permanentemente en el ejercicio de la soberanía individual y colectiva y donde las capacidades de cada uno redunden en una autogestión plena que dé sustento al nuevo referente que postulamos.

2 comentarios:

Juan Cristóbal Olivares dijo...

Gran iniciativa. Me imagino que no es el texto definitivo ¿Podremos aportar?.

Juan Cristóbal Olivares

Unknown dijo...

No encontré otra forma de acercarme, soy estudiante de periodismo y estoy haciendo una crónica sobre vuestra figura y últimos aconteceres,
quería consultar, si existiría la posibilidad de en su apretada agenda dar un espacio para dos preguntas...

De antemano, Gracias

Gilda Spuler.